Airo apareció en la puerta de la biblioteca con un shunpo, al instante unos shinigamis de poder comparable a un teniente recién ascendido le abrieron el paso.
-Tiene que haber alguna forma de evitar que esas gargantas se abran tanto...-
Empezó a registrar antiguos documentos y libros en busca de una solución para que no volviera a pasar lo de la invasión de menos grandes.