Despacho de Airo

Airo se levantó de la silla y cogió su zampakutoh, salió rápidamente de su despacho dejando todo el papeleo resuelto y desapareció con un shunpo al llegar al pasillo.

Ya había acabado el informe de la batalla que tuvo lugar hace poco, en él figuraba el numero de combatientes que eramos en nuestro bando, la cantidad relativa de los Menos, la lucha contra el arrancar y el vastolord que por desgracia se había escapado, el número de victimas y el número de almas que se habían enviado a la Sociedad de almas. Mis heridas no estaban todavía curadas ya que nada mas enviar las almas me fui a mi despacho a hacer el informe.

Llame a la puerta del comandante - ¿Se puede señor?

Airo apareció con un shunpo después de pasar por algunos sitios al salir de la sala con las aguas termales que reponían reiatsu, dejó su espada en una leja cercana al escritorio de su despacho y oyó a Dokugan llamar a la puerta.
-Adelante-

-Adelante-

Abrí la puerta y entré en el despacho, su despacho al contrario que el mio era mas grande aunque en verdad yo nunca estaba en el mio excepto cuando tenia papeleo.

Comandante vengo a traerle mi informe sobre la batalla

Puse el informe sobre la mesa y me quede de pie mirándole.

Cogió el informe y lo ojeo rápidamente, hasta llegar a la parte donde ponía el número de almas humanas enviadas al rukongai.
-¿Como es posible que solo enviaras a 100 almas? Antes de irnos pude sentir una concentración de 200 aproximadamente-
Dejó el informe sobre la mesa y se levantó.
-Esto es bastante sospechoso y sin duda alguna, Aizen tiene algo que ver... pero ahora no podemos ir a la madriguera de ese cobarde y arriesgarnos a dejar desprotegido el mundo humano-
Cogió un manga (off: XDD) de una estantería cercana y volvió a sentarse.
-Dokugan puedes retirarte ya-

¿!Que?! ¡¡Maldita sea!! - pegué un puñetazo en la mesa del comandante.

La idea de saber que 100 almas habían desaparecido y no han sido enviadas a la Sociedad de almas me abrumó, de repente un fuerte dolor recorrió mi cuerpo... ¿y si a Tsubaki le hubiera pasado lo mismo?

Una lagrima recorrió mi mejilla, me di la vuelta rápidamente.

Perdone comandante, me tengo que ir

Tsubaki, te encontrare

Salí de aquel despacho y desaparecí de un shunpo.

Se levantó y cogió a su espada de la estantería en la que estaba.
-Sera mejor que de una vuelta para despejarme un poco...-
Salió del despacho y desapareció de la división con un shunpo.

El capitán apareció con un shunpo en su despacho y dejó su espada en la estantería de siempre.
-Maldito Aizen-
Se sentó en la silla de su escritorio y empezó a leer un manga que estaba sobre su mesa.

El dueño de la tienda entro después del capitan y tras pasar el portal,lo dos llegaron al despacho del Capitan.

-Comandante,aqui traigo al Tendero,el cual queria hablar con usted-Dijo Ryu mostrando respeto.

Shuseki llegó al despacho mirando de un lado a otro.
-Vaya asique este es tu despacho...es bonito.
Miró por la ventana del despacho.
-Y esta es la llamada Sociedad de Almas...nunca la hubiera imaginado así.
Se giró hacia el comandante
"Vaya es un comandante bastante joven...quién lo hubiera dicho."
-Bueno...¿Qué desea el comandante shinigami de un humilde tendero?

-Sera mejor que deje de disimular, su reiatsu delata claramente sus poderes de shinigami-
Airo se levantó de la silla y se acercó al tendero.
-Bueno ahora ese no es el tema, he oído que usted conoce bastante bien todo tipo de objetos extraños y formas de viajar entre el mundo humano y la Sociedad de Almas, necesitamos encontrar una forma de ir a Hueco Mundo para parar al pirado de Aizen-
El comandante hizo una pequeña pausa para coger algo de aire y continuar hablando.
-¿Conoce alguna forma de ir a Hueco Mundo sin que Aizen nos detecte?-

-Con vuestro permiso,me marcho a dar una vuelta por Kakakura..

Cuando dijo esto el capitan desapareció tras un portal..

Shuseki oyó con atención las palabras del comandante.
-Entrar en Hueco Mundo sin ser detectado no es muy dificil, el problema empieza si pensais entrar en las Noches...
Hizo una pausa y se puso su mano en la barbilla en pose pensativa.
-Bien tengo un nuevo modelo de Gigais, se tratan de Gigais-Arrancar. A la vista parecereis un Arrancar cualquiera, el problema es que aun no he conseguido que oculten completamente el reiatsu...para pasar por Hueco Mundo no tendreis problemas, pero en Las Noches un Espada o algún Arrancar con un poco de cabeza os detectarían...
Se apoyó en la pared esperando la respuesta del comandante.

-No podemos arriesgarnos a ser detectados en las noches, al menos no hasta que detengamos los planes de Aizen-
Airo se quedó pensativo unos instantes.
-Intente perfeccionar los gigais para que los arrancar no puedan detectarnos, supongo que Urahara le dejó algún tipo de información ¿no?-

Shuseki sonrió.
-Es posible que haya algo...pero es muy arriesgado. Kisuke dejó unas pildoras experimentales que permiten ocultar e incluso camuflar el reiatsu. Podeis haceros pasar por Arrancar una hora, el principal problema es que la pildora consume constantemente reiatsu por lo que...si no haceis la misión en 24 horas vuestro reiatsu se agotará. Eso es todo lo que puedo ofreceros.

-Eso es demasiado arriesgado, y no podemos perder tanto reiatsu ya que las zonas donde esta Aizen y donde guarda sus planes estarán muy vigiladas...-
Airo miró por la ventana y después volvió a dirigir su mirada al tendero.
-Parece que nuestra única alternativa de momento es un ataque por sorpresa a Las Noches-

Shuseki se rascó la cabeza.
-Tampoco os serviría porque os detectarían incluso antes de que llegarais a las noches. Sin embargo...quizás pueda hacer algo si me traeis un poco de sangre de un Arrancar de Las Noches. Con eso puedo abrir una garganta dentro del castillo de Aizen.

Shuseki miró al capitán que había vuelto
-Estamos en ello...

-¿Sangre de Arrancar de Las Noches? Sera muy difícil si no viene ninguno...-
El capitán miro algo extrañado al tendero y entonces giró sus ojos hacia Ryu.
-Hola Ryu-

Shuseki sonrió
-Se le puede poner algún "cebo" a Aizen para que envie Arrancar. Yo puedo pasar por un humano con alto reiatsu y atraer a algún arrancar ávido de poder...

Shuseki volvió a sonreir al comandante.
-¿Desde cúando unos arrancares son problema para unos pocos capitanes?

-¿Unos arrancares? Las Noches está plagado de sirvientes de Aizen, y eso sin contar los espadas-
Airo miró seriamente al tendero.
-Con tanto arrancar atacándonos si conseguimos llegar a Aizen antes de que le de tiempo a huir o planear algo seria un milagro-